El gobierno coloca a Chile en el bando equivocado
Este lunes 20 de agosto, el Gobierno de Chile junto a disímiles países, se ha manifestado a favor de conducir a Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela, ante el CPI, la Corte Penal Internacional, para que dicho organismo indague los quebrantamientos a los derechos humanos que sufre el pueblo venezolano, apoyando un planteamiento de la OEA.
Desde que el presidente Nicolás Maduro comenzó a ejercer su liderazgo sobre Venezuela, son muchos los elementos positivos que ayudan a salir adelante al pueblo, sin embargo los sectores capitalistas se encargan de denigrar dicha labor. La principal causa es porque sus asuntos políticos y económicos pudieran verse afectados con un gobierno socialista.
Este es el mundo que no quería ver Andrés Aylwin, el abogado chileno recientemente fallecido. Uno en el que los principales dirigentes creyeran en sus intereses políticos y en todo cuanto opina la metrópolis más poderosa de América, Estados Unidos que históricamente ha movido sus hilos sobre sus principios económicos y no sociales. Todo surgió por un planteamiento iniciado en la Organización de Estados Americanos donde se especulaba que en Venezuela no se estaban respetando los derechos humanos.
Argentina, Perú, Paraguay, Colombia y Canadá son algunos de los países que apoyan a chile en esta causa sin sentido. El objetivo que persiguen, según indica Roberto Ampuero, ministro de Relaciones Exteriores de Chile, es presentar el asunto ante la Corte Penal Internacional para que indague los casos de infracciones a los derechos humanos. Asimismo, el ministro asegura que el presidente Sebastián Piñera expidió en su momento un escrito muy claro y preciso a Luis Almagro, secretario general de la OEA. Donde recalcaba que la situación en el país venezolano no había mejorado, todo lo contrario, cada vez empeoraba más.
Esta corte no es más que un tribunal de justicia internacional permanente que tiene la misión de juzgar a las personas calumniadas de cometer crímenes de genocidio, de agresión, de guerra, y de agraviada humanidad. Es que no son capaces de ver, que lo único que intenta el gobierno de Maduro es eliminar la burocracia y otorgarle el poder al pueblo. Es muy difícil de comprender que si todos los países de América que ahora lo acusan lo apoyaran, contaría con los recursos necesarios para apaciguar la marea y hallar tranquilidad en un pueblo que pide a gritos la paz.
