Los estudios sobre el café que no gustan a muchos
El mundo tiembla cada vez que se realizan estudios acerca del café y de si puede ser dañino o no para la salud. Existen millones de amantes de esta sustancia energética que se niegan a creer que realmente pueda constituir un riesgo. Lo cierto es que en la gran potencia de América, Estados Unidos ahora obligan a incluir una advertencia de salud en los envases de dicha sustancia.
El jaque en esta partida intercontinental acerca del consumo de café lo ha proporcionado la denominada acrilamida, una antigua conocida de la industria y las autoridades sanitarias. La cuál no se halla solo en esta bebida matutina, sino que se encuentra en todo alimento cocinado por encima de los 120°. Por lo que no solo ocurre cuando se tuestan los granos de café, sino que además pasa al freír patatas, hacer galletas o pan. Desde hace un mes el reglamento obliga a poner en práctica estrategias para limitar su presencia en la medida de lo posible. Un criterio que será difícil de insertar en una sociedad acostumbrada a productos con métodos de cocción por encima de los 120°, pero con un 10 o 15 por ciento de mera aplicación de buenas prácticas y con eficientes campañas de salud, se logrará minimizar el impacto.
Por otra parte el doctor Ricardo Cubedo, oncólogo del Instituto de Oncología IOB de Madrid asegura que los estudios revelan que la sustancia es cancerígena en ratones de laboratorio, pero no existe ninguna investigación que demuestre que la acrilamida que llega a las personas a través de los alimentos tenga incidencia sobre esta enfermedad. Motivo por el cual no se había hablado antes de las consecuencias de esta sustancia en los seres humanos. Hasta el momento se desconoce resultados concluyentes de estudios e investigaciones realizadas en animales que permitan extrapolar los resultados de las derivaciones de la acrilamida en el hombre. Incluso Javier Marhuenda miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética se asegura que los niveles de consumo diario son bajos como para considerarse peligrosos.
Starbucks ha sido una de las compañías en el punto de mira desde que se revelaron tales indicios, llenando grandes titulares. La realidad es que la sentencia emitida por la Corte Superior de Los Ángeles obliga no solo a esta cadena, sino a todas las cafeterías de California a advertir de la presencia de acrilamida puesto que se halla en todos los cafés del torrefacto al natural. Aún queda esperanzas para los amantes de esta sustancia. Habrá que seguir viendo si el tiempo no expone nuevas investigaciones que revelen afectaciones de esta sustancia energética a la salud.
