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martes, 19 de junio de 2018

Tres días de alerta contra la contaminación

Por Camila.Mayo

Las alertas se han disparado en la capital chilena, la cual lleva tres días bajo medidas contra la polución ambiental, debido a los altos niveles de contaminación del aire en la urbe, de acuerdo con información dada a conocer el domingo por la Intendencia (gobernación) de Santiago, y publicada por la agencia AFP.

Las condiciones de ventilación desfavorables registradas durante todo el fin de semana fueron la razón de que se implementaran las medidas en la capital chilena, la cual se encontraba bajo preemergencia ambiental desde el sábado. Aunque los pronósticos estimaban que para la tarde del lunes comenzaran a mejorar las condiciones de ventilación en la urbe más importante del país, las autoridades consideraron pertinente mantener las medidas de seguridad, para tratar evitar que los ciudadanos se vean afectados por esta situación ambiental.

Al respecto la Intendencia Metropolitana declaró en un comunicado que el objetivo expreso de las medidas es priorizar ante todo la salud de la población, de ahí que se mantenga el estado de preemergencia ambiental. Ello significa que se prohíbe el uso de calefactores (incluidos pellets) y cocinas a leña en toda la Región Metropolitana, además de que se ordena la paralización de 1 281 fuentes industriales fijas. Asimismo, se restringe en cerca del 20 por ciento la circulación vehicular, lo que representa retirar de las calles a unos 300 000 autos y otros tipos de transportes, y de igual forma se indicó reducir la actividad física en los colegios.

Aun cuando las medidas resultan necesarias, pues 11 estaciones de monitoreo de la ciudad, en la cual viven 7 millones de habitantes, reflejan niveles de contaminación del aire está entre 300 y 499 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico; la realidad es que a la entrada del invierno y con las bajas temperaturas, respirar un aire mejor para muchos significa pasar frío para otros, que no disponen de más mecanismos de calefacción que los prohibidos.

Es una disyuntiva que se presenta a la Intendencia de Santiago, pues la mala calidad del aire es responsable indirecta de cerca de 3 700 muertes de chilenos al año y de un gran número de enfermedades que afectan con mayor fuerza a los ancianos y niños.