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martes, 12 de junio de 2018

Alimentación y salud van de la mano

Por Janet Rios

En la actualidad existen muchas dietas y prácticas alimenticias encaminadas a hacernos perder peso. Algunas son más efectivas que otras, como también muchas conllevan riesgos para el bienestar producto de lo agresivo de sus rutinas alimenticios. De ahí que escoger una dieta para adelgazar no sea un asunto para tomar a la ligera, sino una decisión que debe estar basada en criterios médicos y adecuada a las especificidades de cada persona.

Alimentación y salud van juntas. La primera, si está signada por el seguimiento de una correcta dieta, contribuye a la promoción de la segunda y a la prevención de numerosas enfermedades comunes, originadas en muchos casos por los trastornos nutricionales y de otra índole que origina una mala alimentación.

Por ello, lo más importante a la hora de elegir la dieta a seguir es comprobar si es saludable o no. Pero, ¿qué es una dieta saludable? ¿Cómo comprobar si la que se piensa adoptar lo es? Las respuestas a esas y otras interrogantes están contenidas en el resto del artículo.

De acuerdo con los especialistas en nutrición, una dieta saludable es aquella que contempla la ingesta de la cantidad correcta de alimentos de manera continua. Parte del supuesto de que no hay alimentos malos per se, sino ingestas poco sanas que favorecen la preeminencia en el organismo de los efectos negativos de algunos sobre sus beneficios.

Comer día a día alimentos de todos los grupos alimenticios en las proporciones correctas es la mejor práctica nutritiva para agenciarnos una salud continua y obtener todos los beneficios que de ella derivan. Y es que una dieta saludable ha de ser balanceada, lo que significa que debe reunir todas las tipologías de alimentos para garantizar la incorporación a nuestro cuerpo de todos los nutrientes, vitaminas y minerales que necesita para su rendimiento y desarrollo.

Con esto se entiende por qué muchas dietas no clasifican como saludables. Algunas prohíben las grasas, otras los carbohidratos y algunas no los prohíben, pero los llevan a un índice de ingesta tan escaso, que como quiera que sea termina impactando negativamente en la salud.

Más que de prohibiciones y destierros de alimentos, una dieta saludable, como vemos, pasa por establecer e ingerir proporciones saludables de cada uno. 

Algunos rasgos a comprobar o consejos a seguir

Conocido lo anterior, resulta oportuno destacar algunos rasgos distintivos de las dietas saludables, que debemos comprobar si caracterizan o están presentes en aquella dieta que nos recomienden o pensemos seguir. Asimismo, estos rasgos pueden servir como consejos para tener una alimentación sana en sentido general.

De esta manera, saludable es toda aquella dieta variada que incluya en sus menús o comidas recomendadas alimentos de distintos grupos, entiéndase verduras, frutas, cereales, lácteos, carnes, aceites, pescados, huevos y azúcares, siempre todo en las proporciones adecuadas y suficientes para que el organismo saque el mejor provecho posible de la alimentación. Esto es indispensable, ya que los nutrientes y minerales que necesitamos no están contenidos todos en unos pocos alimentos, sino que se encuentran dispersos en muchos.

Igualmente, las ingestas deben estar caracterizadas por un perfecto balance y una moderación de las cantidades. El consumo excesivo de un alimento puede desplazar a otro muy necesario y útil, así como atracones de grandes volúmenes de comida no ayudan a tener el peso corporal controlado, y a evitar en consecuencia la obesidad y otros males asociados. Para ser saludable una dieta necesita también tener en cuenta los hábitos y gustos alimentarios de cada persona.

Se come por necesidad, pero además por placer o para disfrutar, de manera que toda dieta sana debe ser también apetecible para aquel que la va a seguir, sin violentar todo lo descrito con anterioridad. Un buen ejemplo de dieta saludable es la mediterránea, ya que está entre las que más se corresponden con las características y objetivos que todo régimen alimentario destinado a favorecer la salud debe reunir.

La dieta mediterránea contempla la ingesta mayoritaria de alimentos vegetales, sin descuidar el consumo moderado de otros de origen animal. Sus principales pautas apuntan a elevar el consumo de cereales, verduras, frutas, leguminosas y hortalizas, aprovechando además los beneficios del aceite de oliva y el pescado para así llevar al mínimo realmente necesario el consumo de carnes ricas en grasas de origen animal, que son bastante dañinas si se ingieren en exceso.

Para finalizar debemos destacar que una dieta saludable puede variar en dependencia de la etapa de nuestra vida que estemos viviendo. Lo más sano en la infancia no es igualmente lo más sano para la juventud o la vejez, aunque compartan principios generales.

De igual forma, circunstancias específicas como el embarazo imponen exigencias especiales para una dieta saludable. Como quiera que sea, quien mejor establece los preceptos que definirán la mejor dieta saludable para nosotros es el médico, por lo que hasta para este particular debemos acudir a él con frecuencia. No obstante, por ti mismo puedes seguir acciones continuas a lo largo de tu vida, que contribuirán a definir tu dieta como saludable.

Entre estas están el potenciar la ingesta de carbohidratos del grupo de las féculas y alimentos integrales por encima de otros, llevar la ingesta de frutas y hortalizas a cinco raciones por jornada, y minimizar todo lo posible el consumo de sal.

De idéntica forma, resulta muy beneficioso también controlar el tamaño de las raciones de las comidas, que deben estar adecuadas al nivel de actividad particular de cada persona, beber al menos dos litros de agua por día y practicar ejercicio físico con regularidad, lo cual ayuda a regular la sensación de apetito y permite comer más sin que ello se traduzca en una ganancia indeseada de peso.

Si hacemos todo esto y acudimos a un especialista para definir y perfeccionar nuestros hábitos alimenticios, nuestra dieta será saludable y nos proveerá de todos los beneficios que eso trae para la vida.