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miércoles, 20 de junio de 2018

A quien no podemos dejar de atender

Por Janet

Barenys Pérez ha escrito varios artículos sobre la vejez donde expresa su inquietud sobre dicho tema, defendiendo a los ancianos como personas que tienen derechos y obligaciones en la sociedad, muestra de esto es su artículo: La residencia de ancianos y su significado sociológico, donde expresa claramente las ideas expuestas anteriormente. La autora plantea su inquietud respecto al cuidado de los ancianos; éste ha pasado de ser una preocupación familiar a un deber social.

Su preocupación está muy bien fundamentada pues está previendo un mal social que es el desentendimiento por parte de la familia de los ancianos, lo cual con el tiempo puede empeorar. Se pronuncia a favor de reconocer los derechos que tiene el adulto mayor a ser socialmente asistido para que pueda llevar una vida digna; es decir, el anciano como ser social que es, tiene derecho a ser atendido como tal, tanto por la asistencia social como por la familiar que es la más importante para ayudar al mismo. Aunque identifica el aumento de la esperanza de vida para hombres y mujeres, y señala que este incremento se ve más en las mujeres por causas como la sobre mortalidad masculina.

Expone la necesidad de crear políticas específicas para los diferentes grupos de edades y de sexo, principalmente para las mujeres, puesto que éstas son las que viven más tiempo solas. Habla de que los ancianos al jubilarse se sienten inútiles, efecto que debe ser cambiado por los sistemas pertinentes. Además, que se debe transformar los estereotipos que conciben al adulto mayor como caduco. Reconoce el internamiento de los ancianos .no como un hecho aislado sino dentro de la misma dirección, donde confluyen cambios sociales de significativa magnitud, como la división del trabajo industrial, la reducción y diferente composición de la familia, las migraciones y la movilidad geográfica, la escasa valoración social de los no productivos, el deterioro de los habitantes de la población anciana, la valoración de lo joven frente a lo viejo, la beligerancia del modelo de vida urbano.21. Es decir, se aprecia una comprensión de los factores que conjuntamente influyen en el internamiento, pero también en la vejez comoproceso social.

Por su parte la autora española, María Teresa Bazo expone en su artículo .Nueva Sociología de la Vejez., perteneciente a su libro .La ancianidad del futuro., acerca de la importancia que ha alcanzado dicho tema en la Sociología debido a los diversos efectos que ocasiona, y como cada vez se propagan más los estudios basados en esta etapa. Subraya la importancia de los factores biológicos en el proceso de envejecimiento, pero también valoriza los sociales, este último de interés debido a las diversas situaciones en que se han desenvuelto la vida de estos ancianos, es decir, la ocupación que ejercían, los roles representados y el status ocupado; teniendo presente la interrelación de éstos y la existencia de los cambios económicos y tecnológicos. .El proceso de envejecimiento individual es por el momento irreversible, pero la vejez puede ser retardada y sus efectos relegados cada vez más al último tramo vital (...) la vejez se define socialmente.

También percibe a la vejez como una construcción cultural, es decir, una realidad que es establecida en función de los cambios que se ponen de manifiesto en diversas estructuras de la sociedad. Considera que el aumento del volumen y la proporción de las personas de la tercera edad no se presenta para las sociedades como un beneficio sino como una carga social, lo que provoca una compleja situación en las mismas. Expresa la multicausalidad de dicho fenómeno, entre los que reconoce la escasez de recursos como una vía de dicho rechazo; además de plantear que con el aumento de las personas mayores se da una ampliación del costo de los servicios sociales, el incremento del índice de dependencia se ve afectado producto del déficit de mano de obra que viene dado por la disminución de la fecundidad. La investigadora hace alusión a un factor histórico de gran importancia para la sociedad, la revolución industrial que trae consigo el cambio del trabajo humano por las máquinas, donde ha sido desvalorizado el empleo de seres humanos quedando sin trabajo una parte de la población. Distingue como una injusticia lo que sucede a menudo con los ancianos, que son vistos como un

grupo homogéneo sin tener presentes sus diferencias en cuanto a edad, género, sexo, grupo social, color de la piel, territorio, tipo de familia. Señala un factor importante respecto a la definición de la vejez entendida como la edad cronológica, expresando que ésta se deriva en un criterio poco satisfecho, debido a que la sociedad une a las personas mayores en un mismo grupo, sin importar la edad que tengan. Subraya el hecho de que no han sido muchos los estudios realizados sobre el impacto en los costos sociales de las diversas edades de la vejez, suceso que debe ser de gran interés para las sociedades, porque distinguir su importancia, hace que el proceso sea estudiado transformándose en un tema de enorme interés. .El vivir cada vez más y en mejores condiciones, pone sobre el tapete la importancia de los factores económicos y sociales, y por tanto la necesidad de seguir manteniendo o incrementando en ciertos grupos la calidad de vida.