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lunes, 21 de mayo de 2018

Ni las biodegradables: cero bolsas plásticas

Por Mia

El mundo entero se encuentra envuelto en una campaña por el cuidado del medio ambiente. Las repercusiones del descuido influyen cada vez con más fuerza, por lo que en la actualidad todos aportan su granito de arena para disminuir los peligros y cuidar así el medio en que vivimos. Las famosas bolsas plásticas son uno de los temas más abordado en Chile respecto a las medidas para contribuir al cuidado de la naturaleza.

Hace algún tiempo en Chile se prohibieron las bolsas plásticas en las ciudades costeras, pues esas bolsas que en un principio se concibieron para resolver la necesidad de traslado de las compras, ahora generan un mal mayor, constituyendo una de las peores causas de contaminación del planeta. Ya no basta con solamente la zona costera, Chile se adentra cada vez más en la lucha por salvar el planeta y extiende esta ley a todas las zonas del país. Estas bolsas no tienen nada de inofensivas y su uso de alta frecuencia ha provocado que el país llegue a un punto crítico. Ante tal situación el gobierno envió una indicación sucedánea al Congreso para inhibir que se confieran en el comercio. En esta indicación se incluyen además las bolsas biodegradables pues no hacen honor a su nombre, incidiendo igualmente en la contaminación.

Hasta el día de hoy existen nueve proyectos de ley de iniciativa parlamentaria en el Congreso para prohibir la entrega o uso de bolsas plásticas. No obstante, esta conjetura según expresa Marcela Cubillos, Ministra de Medio Ambiente modifica la iniciativa que el gobierno de Bachelet programó el año anterior respecto a la prohibición en las comunas costeras. Esta nueva proyección no intenta cancelar aquella idea inicial, sino que constituiría una continuidad de amplificación del proyecto abordado el año pasado. En caso de ser aprobada esta iniciativa, las cadenas comerciales tendrán un solamente un año para adecuarse y en el caso específico de las pymes, dos años. Durante ese periodo de preparación podrán entregarse como máximo dos bolsas por persona. La incomodidad de cargar con todo a casa, se hace pequeña ante un mundo habitado por miles y miles de personas que necesita ser salvado

Existen tantas cosas por hacer y mejorar para que el mundo no continúe empeorando por culpa del hombre que medidas como estas poseen un alcance significativo para el país y el mundo. Ocurre que hay que estructurar de manera adecuada al proceso para no generar un mal superior. Muchas bolsas que dan en el supermercado terminan siendo la bolsa de la basura, cuando no estén, es probable que las personas comiencen a comprarla y esa no es la idea. La perspectiva es que desaparezcan completamente, no que aumente su nivel de adquisición. De ahí surge otro gran desafío, disminuir el nivel de basura al máximo, reutilizando elementos tanto en el hogar como en la alimentación. A día de hoy en la gastronomía ha hecho famosa la cocina de reutilización, donde no se desperdicia nada. Se trata de reinventar maneras de ayudar al medio ambiente porque solo será una ayuda a nosotros mismos.