Diseñar es algo más que dar color
Cada día son más los estudiantes chilenos que ingresan a las universidades de diseño. La sociedad de hoy es consiente del valor de este factor en todos los medios y lo demanda, haciendo posible que surjan grandes oportunidades de trabajo y con ello plazas para una nueva generación creativa y resolutiva.
Las posibilidades de inserción como diseñador cada vez son más altas en Chile, esto permite el aumento considerable de estudiantes a las universidades que impacten esta creativa carrera. Asimismo el éxito que por lo general poseen los trabajos de diseño refuerza esta línea conceptual. Son eminente los altos aspectos de dirección y control que otorgan un valor sustancial a los proyectos de diseño dentro del país, haciendo imprescindible obtener grandes resultados en cada una de estas oportunidades. Concebir un adecuado seguimiento del desarrollo del trabajo mengua el riesgo de equívocos evitando gastos innecesarios, todo lo que cualquier empresa productiva desea.
Para que todo diseño funcione debe ostentar dos condiciones, una basada en el compromiso de la dirección con el proyecto y otra sustentada en la adecuación de la estrategia empresarial. Si alguna de estas condiciones falta mejor ni intentarlo. Cualquier fallo puede debilitar el prestigio que ostenta la carrera, lo que inconscientemente generará una disminución de las propuestas de inserción dentro de los trabajos. Esto se debe a que el diseño se ha convertido en un lujo más que una necesidad, producto a los conceptos erróneos que posee la sociedad de ello. Diseñar es más que poner estéticamente agradable los productos o espacios, es buscar la solución semántica, comunicativa y funcional óptima para solucionar determinada necesidad.
En un mundo cada vez más complejo tecnológicamente y con altas exigencias de mercado, se hace necesaria una organización muy flexible y creativa del diseño. La propia ínterdisciplina que representa el diseño puede valer para liderar grupos de trabajos creativos, idóneos para resolver problemas complejos. El famoso diseñador Charles Eames, solía responder cuando le preguntaban acerca de los límites del diseño con otra pregunta: “¿Cuáles son los límites de su problema?” No existen límites específicos para los problemas que plantea el complejo mundo industrial de la actualidad inmediata, pues igualmente no existen fronteras en las atribuciones y en las funciones de los diseñadores que intentan resolverlas. En Chile siempre habrá espacio para aprender a diseñar.