La economía chilena va viento en popa
Sin retroceso, con paso seguro, la economía chilena ha continuado su buen desempeño a lo largo del año y es ahora la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) quien certifica el crecimiento que debe experimentar ese país en esta etapa, el cual ha sido fijado por ese organismo en un 3,9 %.
La cifra no es solo alta para lo que experimentan los países del área, sino que constituye el doble de lo alcanzado por esa nación en el año 2017, todo lo cual ha sido impulsado por la recuperación del dinamismo de la inversión y el consumo, estima la Cepal. En este sentido, se precisa que el sector minero es el más dinámico en cuestiones de inversión y que por el peso que este tiene en la economía del país oxigenará el desempeño desde diferentes aristas.
La Cepal explica que este mayor crecimiento de la economía tendrá expresiones como el aumento de los ingresos tributarios (del 20,8 % del PIB en 2017 al 21,6 % del PIB en 2018), y que ello, unido al ajuste en el gasto público, permitirá disminuir el déficit público hasta un 1,9 % del PIB en 2018 (frente al 2,8 % de 2017).
El incremento del precio internacional del cobre es otro factor favorable para la economía chilena, a lo cual las proyecciones de Cepal añaden la actual política monetaria chile na, la cual determina en la consolidación del crecimiento económico.
En lo que respecta a la tasa de inflación, la Comisión Económica espera que se sitúe en el entorno del 2,3 % al concluir el 2018, lo cual aseguran los expertos que debe mejorar para el próximo año.
Entre las debilidades de la economía chile na la Cepal apunta al creciente endeudamiento del sector privado y también a la dependencia de los flujos de cartera con el objetivo de financiar el déficit de la cuenta corriente.
En sentido general, América Latina y el Caribe no debe obtener resultados muy favorables al concluir el año, según evalúa la Cepal. Los pronósticos son cada vez más negativos, y de un 2,2 % que había sido fijado antes, ahora se espera 1,5 %, publica EFE. Esta valoración, si bien es ligeramente superior al real obtenido en el 2017, es todavía muy negativa para las necesidades del área, la cual requiere índices superiores para poder superar los graves problemas que enfrenta hoy.