El daño al medio ambiente que nunca existió
El aire está contaminado. Todos lo dicen, las personas acuden al médico, pero la estatal chilena Codelco, la mayor empresa productora a nivel mundial de cobre, descartó cualquier responsabilidad en ese “incidente” de contaminación del aire que se sucedió en las cercanías del puerto de Ventanas, donde existen una fundición y una refinería.
De acuerdo con la agencia Reuters, un centenar de personas con síntomas de intoxicación por gases precisó de atención médica en centros asistenciales de esa localidad ubicada a unos 110 kilómetros al noroeste de Santiago. La llegada masiva a los puestos médicos despertó las alarmas de las autoridades, quienes inmediatamente se lanzaron a investigar las causas del incidente.
Sin embargo, Codelco ya se apresuró a tratar de liberarse de responsabilidades, al afirmar en un comunicado que las operaciones de la fundición y refinería de esa empresa en Ventanas no tienen ninguna relación con la emisión de compuestos derivados de hidrocarburos que fueron, presuntamente, la causa del lamentable suceso.
El propio comunicado también asegura que la empresa es muy responsable con las emisiones a la atmósfera y el cuidado de la calidad del aire, manteniendo los niveles de dióxido de azufre muy por debajo de los establecidos por la normativa aplicable.
Pero las indicaciones de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, dadas a conocer a través de su cuenta de Twitter, no parecen coincidir con esta visión idílica de la productora de cobre, pues fue ordenado a la Superintendencia del Medio Ambiente que cumpliera su mandato y paralizara todas las fuentes contaminantes ante el riesgo salud que enfrenta la población. A pesar de no precisar otros detalles no hizo distinciones como la empresa estatal.
La zona afectada en el área portuaria, muy cerca de la capital chile na, ha sufrido anteriormente otros incidentes ambientales, razón que ha llevado a que varias firmas hayan sido investigadas y multadas por incumplimientos. Ahora Codelco y la petrolera estatal ENAP se enfrentan a ello y no con muy buenos augurios, pues a pesar del comunicado, ambas han sido blanco de críticas de ambientalistas y comunidades locales que las acusan de deteriorar las condiciones medioambientales del entorno.