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jueves, 26 de julio de 2018

Mil y un casos de abusos

Por Nacional Newsgur

La Iglesia chilena pasa por un muy mal momento. Se han descubierto un sinnúmero de agresiones sexuales, contra menores y mayores de edad, por parte de miembros del clero católico. Tan grave es la situación que incluso el Papa Francisco tuvo que pronunciarse en su momento para regañar a los que habían encubierto algún tipo de delito. Los obispos presentaron al pontífice una renuncia en masa, pero no todos ellos fueron destituidos finalmente del cargo.

Ahora, un nuevo capítulo se abre en la misma historia. Ya no son laicos los abusados, también religiosas. En el canal 24 Horas, un reportaje ha desvelado las vejaciones a las que eran sometidas algunas de las monjas y exreligiosas de la congregación de las Hermanas del Buen Samaritano de Talca. Si bien el nombre de los acusados no ha trascendido al espacio público, las monjas han hablado del abuso al que eran sometidas. Incluso la madre superiora, Celia Saldivia, ha explicado que “el sacerdote siempre estuvo abusando de las hermanas sexualmente” y añadía que “muchas veces vi a las hermanas desnudas en la habitación mientras él las revisaba”.

Otra de las hermanas explicaba en el reportaje que nada más poner un pie en el convento empezaron los abusos. “Un cura me abrazó, me acercó a su pecho y después comenzó  darme besitos”. Unos besos que acabaron en sus labios y que ella pudo evadir con la excusa de que la superiora quería hablar con ella.

Pero no solo los curas eran los que abusaban de las monjas, sino que otras hermanas que “hacían noche” en el convento también se sobrepasaban con las otras mujeres consagradas, manoseándolas y besándolas.

El bache por el que está pasando la comunidad católica en Chile será difícil de superar. El clero tendrá que demostrar que no todos son manzanas podridas y que, de nuevo, se puede confiar en ellos.