El brownie no soporta más proteína en polvo
Muchos son los estudios acerca de los alimentos saludables, donde un sinnúmero de teorías refuerzan las dietas estrictas para mantener la línea. En todas ellas al referirse a los macronutrientes, permanece inamovible la proteína. Y es que la grandilocuencia moderna es precisa al determinar la proteína como un boleto hacia un cuerpo delgado y sano.
Hasta cierto punto cada una de ellas tiene parte de razón. El organismo requiere de un trabajo más complejo para digerir la proteína, lo que deviene en la obtención de un mayor número de calorías quemadas por el dinero que con carbohidratos. Esta aumenta los índices de leptina, la hormona de la saciedad además que cuenta con disímiles propiedades reparadoras de músculos.
El problema con la proteína radica en que la obsesión de las personas con ella, está yendo demasiado lejos. En una tentativa por ingerir la mayor cantidad de proteína posible, aumenta la cifra de mujeres que adicionan polvo a cualquier cosa, desde cereal hasta brownies. Incluso hasta llegar a usar los licuados como reemplazos de las comidas. La calidad varía mucho, con la incorrección de regulación en torno a las proteínas en polvo.
Muchos son los nutrientes adicionales que se obtienen con simplemente comer carne, pescado y huevos en vez de preparados de polvo. Algunas personas refuerzan estos actos bajo la excusa de una necesidad adicional de proteínas por ir al gimnasio. Cuando en realidad los estudios muestran que no es el caso, el punto, en realidad, radica en la calidad de la proteína.
Alimentos provenientes de fuente animal, dígase la leche, el huevo y la carne magra son ricos en proteínas completas, que envuelven todos los aminoácidos imprescindibles para el cuerpo. La otra variante para comer alto en proteínas, en ocasiones significa disminuir los carbohidratos. Los carbohidratos deberían constituir la mitad de la dieta diaria, con un porcentaje entre el 40 y 65%. Se requiere de carbohidratos para disímiles aspectos, desde una tiroides hasta la digestión. Sin ellos, la salud puede verse afectada con fatiga, dolores de cabeza y desequilibrios hormonales.
Asimismo, varios estudios exponen, que las dietas considerablemente bajas en carbohidratos no obtienen como resultado la pérdida sostenida de peso. La idea es consumir la proteína necesaria de un 15-20% de proteína estaría bien ya que el cuerpo solo puede sintetizar hasta 30g de proteína. Todo sea por el bienestar propio.
