Arte para ver con el corazón
Llevar el arte a todos, incluidas aquellas personas que no pueden verlo con sus propios ojos, es el propósito de Manos a la pared, el primer circuito de murales para ciegos que fuera inaugurado en Santiago. La capital chilena. La iniciativa ha sido bien acogida por los medios y se espera que semejante respuesta reciba por parte del público.
La propuesta es simple: mediante placas táctiles y una audiodescripción de las obras a través de una aplicación electrónica, las personas ciegas podrán acceder a seis murales instalados en el Barrio Lastarria, una de las zonas más turísticas de Santiago, reseñó la agencia AFP.
Entre las piezas que podrá apreciar el público se encuentran La Debutante, un mural del afamado artista chile no Roberto Matta, el cual se encuentra en el acceso al Museo de Artes Visuales (MAVI). Como parte de este proyecto Manos a la pared, justo al lado de la obra se instaló una placa táctil que representa una traducción a escala de la obra del artista surrealista, la cual contiene una descripción en lenguaje Braile.
Otras piezas incluidas en el circuito son El jugador del palí', de Francisco Maturana, y Ganza, de Javier Barriga.
Manos a la pared forma parte de una serie de iniciativas en Santiago para hacer llegar el arte a todas las personas, y que inició con la eliminación de las barreras físicas que impedían a quienes tienen alguna discapacidad físico-motora acceder a las obras.
Como explicó a la agencia AFP Cecilia Bravo, directora ejecutiva del MAVI, el propósito es disfrutar del arte y aunque muchas personas creen que estas placas táctiles solamente son un aporte para las personas no videntes, lo cierto es que nos permiten a todos percibir la obra desde otro sentido, tanto las personas videntes como las no videntes, afirmó.
Según el II Estudio Nacional de la Discapacidad, en Chile un 16,7 por ciento de la población se encuentra en situación de discapacidad, lo que es equivalente decir unos 2,8 millones de personas. Una parte importante de ese grupo lo representan las discapacidades relacionadas con la visión, pues el 47,3 por ciento declara dificultad severa o extrema para ver sin anteojos ópticos o lentes.
