Por el cierre de las centrales termoeléctricas
Un llamado a la protección del medio ambiente y a la generación eléctrica mediante fuentes limpias hicieron ambientalistas chile nos, quienes reclamaron este jueves el cierre de diez de las 27 centrales termoeléctricas de carbón altamente contaminantes que existen en el país, aun cuando se conoce lo negativo de sus efectos.
Los activistas, nucleados alrededor de la ONG Chile Sustentable, toman como referencia un estudio realizado por Kas Ingeniería en el cual se plantea que las centrales termoeléctricas más contaminantes están situadas en tres localidades del norte del país: Tocopilla, Iquique y Mejillones. Resulta significativo que seis de ellas están explotadas por la francesa Engie y una por la italiana Enel, por lo que para poder cerrarlas, como están demandando los ambientalistas, el país tendría que entrar en un proceso de regulaciones y negociaciones.
Chile Sustentable afirma que si se cierran todas estas plantas a base de carbón, el país quedaría con una matriz eléctrica limpia, pues la ONG recuerda en un comunicado que Chile tiene una capacidad instalada de 22 045 MW, poco más del doble de la demanda energética de la nación, que solo requiere 10 344 MW.
Hoy las 27 centrales de carbón existentes son las encargadas de producir el 44 por ciento de la energía, sin embargo son responsables del 91 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono, del 88 por ciento de las de material particulado, del 91 por ciento de las emisiones de óxidos de nitrógeno y del 97 por ciento del dióxido de azufre de todo el parque eléctrico nacional.
A pesar de ello, el avance en esta área marcha mucho más despacio de lo que debería. El pasado año Engie y Enel, así como otras dos empresas de generación eléctrica chile nas llegaron a un entendimiento con el gobierno de Michelle Bachelet para desistir de construir cinco nuevas termoeléctricas en el norte del país. Tiempo después, el gobierno chile no se comprometió a eliminar progresivamente las centrales térmicas de carbón para el 2050, una fecha en la cual se espera que el 90 por ciento de su matriz energética provenga de energías limpias, en particular de fuentes renovables como el sol y el viento. Mas ese horizonte se encuentra aún muy lejos, y mientras ello ocurre se deterioran la salud y calidad de vida de los chilenos. Son estas las razones que motivan a la ONG, y que esperan que movilice al resto de la sociedad.