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jueves, 14 de junio de 2018

Conocer nuestra evolución desde Atapuerca

Por EvelynR

La sierra de Atapuerca es un conjunto montañoso al norte de Ibeas de Juarros, en la provincia de Burgos, en España, que se extiende entre los sistemas montañosos de la cordillera Cantábrica y el sistema Ibérico. Esta ha sido declarada Espacio de Interés Natural, Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad por los excepcionales hallazgos arqueológicos y paleontológicos que alberga, tales como los testimonios fósiles de, al menos, cuatro distintas especies de homínidos: Homo sp. de la Sima del Elefante, Homo antecessor, Homo heidelbergensis y Homo sapiens. En julio de 2007 el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León acordó la declaración como Espacio Cultural del Bien de Interés Cultural "Sierra de Atapuerca" en Burgos. Es así como Atapuerca se constituye como el primer Espacio Cultural declarado en la Comunidad.

Las primeras exploraciones sistemáticas del sistema kárstico de la Cueva Mayor se extienden hasta la mitad del siglo XIX. Aunque la cueva ya era conocida y visitada desde tiempo antes. En 1863, Felipe Ariño requiere la concesión en propiedad de la cueva y 5 años después se publica una descripción detallada de la misma, en la que se describe por primera vez la Sima de los Huesos. En esta etapa y de forma paralela a estas investigaciones iniciales, se dan multitud de expoliaciones y destrucción de su interior.

Años más tarden, en 1964 el profesor Francisco Jordá Cerdá inicia las primeras campañas de excavaciones que se detuvieron poco después. Posteriormente, 8 años más tarde, el Grupo Espeleológico Edelweiss, halla la llamada Galería del Sílex con restos de rituales funerarios y pinturas de la Edad del Bronce.

En el 1976 el ingeniero de minas Trinidad de Torres Pérez-Hidalgo se dirigió al antropólogo Emiliano Aguirre con varios restos humanos hallados en uno de los yacimientos de la sierra: la Sima de los Huesos. Y luego de esto, en 1980 comienzan las excavaciones en la Galería por más de una década.

Desde 1990 se han encontrado instrumentos líticos datados hace unos 900 000 años, pertenecientes al Paleolítico inferior arcaico, los más primitivos, en la base de la Gran Dolina. Además, en 1992 se encontraron varios cráneos en la Sima de los Huesos, como el famoso cráneo número 5, bautizado como Miguelón, lo que otorgó relevancia científica internacional al yacimiento haciéndolo imprescindible en los estudios evolutivos humanos.

En la década del 90 se realizaron importantes hallazgos como herramientas del Paleolítico inferior arcaico y restos humanos, datados en 800 000 años, algo que confirmó la presencia humana muy antigua en Europa. También, mediante el estudio de las marcas en los huesos, se descubrió que se practicaba un canibalismo ritual; siendo la referencia sobre canibalismo más antigua de Europa. Además, en ese periodo se define una nueva especie humana, el Homo antecesor, considerada la especie homínida más antigua de Europa.

En 2000 se recibe la calificación de Patrimonio de la Humanidad, y en la Sima del Elefante se localizan restos de utensilios líticos de un millón de años de antigüedad, además, se nombra una especie nueva de roedor, Microtus (Allophaiomys) lavocati y se encuentra una nueva especie de oso de las cavernas, el Ursus dolinensis en la Gran Dolina.

En adición, se han encontrado restos desde una cronología perteneciente al Pleistoceno Inferior, hasta el Holoceno o época actual, con datos sobre la fauna, flora y clima. En ese sentido, los utensilios líticos encontrados abarcan todas las etapas tecnológicas, desde las maneras más primitivas del tallado de piedra hasta las pertenecientes a la Edad del Bronce.

Los estudios profundos y sistemáticos desarrollados aquí y los descubrimientos han llevado a que este conjunto de yacimientos prehistóricos sea considerado como uno de los más importantes de Europa y de los más relevantes del mundo. Los yacimientos son de inmenso valor de estudio evolutivo además de por la abundancia de registro fósil, por su buena conservación.